El Buen Fin surgió en México inspirado en el famoso Black Friday de Estados Unidos, pero con una diferencia clave: las ofertas no se concentran en una sola jornada, sino que se extienden durante varios días. Esto permite a los consumidores comparar precios, planear mejor sus compras y aprovechar descuentos en una mayor variedad de productos.
Mientras que el Black Friday está enfocado principalmente en las compras navideñas, el Buen Fin busca satisfacer necesidades de consumo más generales de la población, con promociones en categorías que van desde tecnología y moda, hasta hogar, viajes y servicios.
En resumen, ambos eventos son grandes oportunidades para ahorrar, pero el Buen Fin ofrece más tiempo y flexibilidad para encontrar los productos con los mejores descuentos y ofertas en México.